Devs/Minority Report: el sueño de conocer el futuro

El sociólogo Herminio Martins, recurre a dos mitos para poder explicar las bases de la tecnociencia y las continuidades/discontinuidades entre diferentes modelos de sociedad. Por un lado, aparece la figura de Prometeo, aquel Titán que le robó el fuego a lxs Diosxs para dárselo a lxs humanxs y fue por ello vilmente castigado. Por otro lado, la figura de Fausto, como un hombre que no podía alcanzar la felicidad plena por su limitada capacidad de conocer y que termina firmando un pacto en el que accede a vender su alma al diablo a cambio de poseer juventud hasta que muera. 

Por supuesto ninguno de los dos mitos acaban bien, pero pueden analizarse ciertas diferencias que, llevadas al campo de la tecnociencia permiten analizar de qué manera lxs humanxs nos relacionamos con el conocimiento y con las tecnologías. Mientras que la centralidad del mito de Prometeo está puesta en el castigo que recibe; el mito de Fausto pone el foco en las negociaciones y el cruce o no de ciertos límites.

Hace algunas décadas, cuando se secuenció el genoma humano, estados y laboratorios se esforzaron por redactar acuerdos éticos en un intento por prevenir ciertos límites técnicos que no debían cruzarse. Al saber que el desarrollo tecnológico estaba posibilitando ciertos inventos y manejos de información, se consensuaron cuáles eran los puntos límites que la humanidad no debía pasar. Estos acuerdos y la forma de tecnociencia a la que responden podrían inscribirse dentro de una corriente prometeica, que considera que hay límites sobre aquello que se puede conocer, hacer y crear.

Desde hace un tiempo, estos límites parecen estar perdiendo solidez y la tecnociencia actual podría describirse como faústica; superar la condición humana y operar sobre aspectos fundamentales como la vida y la muerte son materia corriente en más de un laboratorio y dejaron de ser apenas el contenido del cine de ciencia ficción. En el afán de conocimiento y juventud, Fausto accedió a venderle su alma al diablo ¿a cuántos diablos se la vendimos nosotrxs? 

Uno de los temas que quita el sueño y llena salas de cine es el anhelo de conocer el futuro, no desde las cartas de Tarot de alguna doña Zaira, sino a través de métodos probados científicamente capaces de hacer previsiones temporales exactas. Quienes miramos Dark podríamos acordar que conocer el antes y el después no siempre ayuda y, a veces, hasta empeora las cosas; sin embargo, lxs personajes de Minority Report y Devs no opinan lo mismo. 

Minority Report es una película estadounidense de ciencia ficción dirigida por Steven Spielberg y estrenada en 2002. En un futurista abril del 2054, el capitán de policía de DC John Anderton (Tom Cruise) puede predecir ir el futuro y así poder evitar crímenes. Lxs precognitivxs son adolescentes recuperados de trastornos mentales que a través de su poder de precognición permiten predecir lo que va a suceder en un margen de tiempo que basta mínimamente para que Anderton y su equipo puedan prevenir los más variados crímenes. Si bien la película no es un rotundo éxito, y de a momentos se vuelve bastante reiterativa en las huidas agónicas de Anderton y los hilos abiertos que no llegan nunca a nada, hay pequeños momentos de diálogos que tocan los puntos más sensibles. En un momento, Anderton se plantea si la unidad que dirige, PreCrime, es correcta y si no podría pasar que muchos de los crímenes por los que se juzga a esas personas terminaran no sucediendo.

Forest, de la mini serie Devs, seguramente le respondería a Tom Cruise que esto es imposible porque el futuro ya está determinado.

Devs, es una miniserie creada por Alex Garland y estrenada en 2020. A través de sus ocho capítulos se narran los días de Lily, una joven informática, que trabaja junto a su pareja en la empresa tecnológica Amaya. La empresa tiene un departamento de desarrollo, secreto, llamado Devs, al cual la pareja de Lily logra entrar a trabajar.

Si bien la serie se basa en la misión de Lily de tratar de entender porqué su novio fue asesinado en Devs (si, les acabo de spoilear la serie) se mezcla con la participación de este como espía ruso lo cual nos saca un poco del argumento central: qué hacen dentro de devs?

Forest, creador de Amaya, perdió a su hija y su mujer en un accidente de auto y compungido por ello creó la empresa, y su departamento Devs, para poder realizar previsiones futuristas basadas en la idea del único universo que sigue Forest y que se contraponen a las ideas de libre albedrío. Para el genio de la física y la computación, todo está escrito y determinado por las leyes de la física y frente a eso nada podemos hacer lxs humanxs. Podemos pensar que frente al duelo de la pérdida de su hija Amaya, es una respuesta cómoda para Forest. Él estaba hablando por teléfono con su mujer mientras esta conducía y se accidenta. Si todo está matemáticamente predefinido, Forest no podría haber hecho nada para que el accidente sucediera de otro modo.

Como Thriller es algo lenta, lo cual para mi es ideal, pero los diálogos entre los personajes se ubican entre los mejores que vi ultimamente. En una conversación con Katie, trabajadora de Devs, Lily le dice: "No está viva, es una simulación virtual, sus actos están preestablecidos" a lo que la ferviente seguidora de Forest responde: "como los de todo el mundo ¿cuál es la diferencia?".

Entre esos diálogos se tejen reflexiones acerca no solo de los límites de la computación y el conocimiento científico, sino también de las ideas de libertad y determinismo, de pasados y futuros condicionados, hay hasta suicidios cuánticos, mucho para digerir. 

Podríamos encontrarle algunos puntos que no cierran demasiado o que podrían estar mejor resueltos pero sin dudas la importancia de la serie es que Garland nos deja pensando más allá de su historia, con una trama que seguro nos atraviesa. Más adelante hablaremos de la idea de Forest de mantener a su hija viva dentro de la pantalla de proyecciones y su relación con la negación de la muerte y la obsolescencia del cuerpo físico; por ahora, pensamos junto al capitán Anderton y Lily, a quién el determinismo no le cierra ni un poco ¿cuáles son los límites del conocimiento? ¿es tan grande nuestra sed de saber que acabamos vendiendo el alma al diablo, como Fausto? ¿quién y cómo podría conocer el futuro, para qué fines y a qué costo? ¿cómo vivimos el día a día sabiendo que nada de lo que hagamos modificará nuestro destino? ¿qué lugar ocuparían entonces las utopías, los sueños y anhelos? ¿cuántos desenlaces fatales habría si todxs pudiéramos conocer el mañana? ¿qué lugar ocuparía el duelo de "perder" a alguien si podemos mantenerlx vivx en una pantalla? ¿seríamos nosotrxs mismxs en esas pantallas?

En ambos casos, Minority Report y Devs, se trata el mismo tema central: el conocer el futuro, mucho mejor logrado por Garland sin dudas. Frente a ello podemos optar por pensar en los aspectos negativos o positivos que esta capacidad supone, pero lo que no podemos dejar de hacer es cuestionarnos a dónde estamos llegando con esta tecnociencia faústica en la que estamos inmersxs ¿hay límites? ¿debería haberlos? 

Ya lo anticipó Stephen Hawking "si determinada técnica puede ser aplicada, su destino final será la aplicación"


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