Black Mirror: el grano de los recuerdos y la complementariedad humanx/máquina
Si algo sabemos de Black Mirror es que siempre tiene finales trágicos y oscuros, pero también sabemos que los finales no siempre son lo mas importante así que ¡allá vamos!
En el episodio tres de la segunda temporada, The Entire History of You dirigido por Brian Welsh, nos encontramos nuevamente en el dilema de la memoria y los recuerdos, tan frecuente hoy en las discusiones de lxs transhumanistas que proponen hacer un download del cerebro humano a una memoria externa (muy simplificado, es mucho más que esto).
A todxs, en algún momento, la memoria nos jugó una mala pasada: cuando sin éxito intentamos recordar un nombre o una dirección y parecía que alguien o algo hubiera borrado esos datos a propósito, así de la nada. En cambio, otras veces, te sorprendés cantando de memoria (un poco pasada de copas) toda la discografía de Miranda como si la tuvieras grabada a fuego. No voy a decirles cómo funciona la memoria, si ese fuera el objetivo ya le erré de carrera como tres veces,y además ya la película Intensa-Mente nos enseñó magistralmente como Paula y Bobby dedican sus días a borrar recuerdos descoloridos de nuestra biblioteca mental. Lo que si vamos a hacer, es ver como se refleja la problemática de la memoria en la distópica Black Mirror, en Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos y cómo esto se puede relacionar con la posibilidad (o necesidad) de complementariedad entre humanxs y máquinas trabajada por Gilbert Simondon el el MEOT(Modo de existencia de los objetos técnicos, 2007).
En The Entire History of You, las personas pueden acceder a una memoria granular en forma de implante subcutáneo que se coloca detrás de la oreja con anestesia local. Este servicio, permite grabar todo lo vivido por la persona, rebobinarlo para poder verlo nuevamente ya sea para si misma o en una pantalla externa, y ordenarlo según álbumes de personas o eventos.
El capítulo comienza mostrando a Liam, joven abogado desempleado, en una entrevista de trabajo en un buffet (entrevista que podrá reproducir nuevamente para evaluar cómo le fue); al salir de allí, se dirige al aeropuerto para volver a su ciudad y en vez de tener que mostrar el pasaporte, el guardia solo le pide que rebobine las últimas 24hs de vida y así chequearlo. Deleuze ya nos había advertido de los controles a cielo abierto y de cómo, los nuevos dispositivos de vigilancia ya no serían materiales, aquí un ejemplo.
Al llegar a su ciudad, se dirige a la casa de amigxs de su esposa Ffion, para cenar. Antes de llegar, Liam, reproduce en su mente el momento en que le presentaron a la anfitriona y así recuerda su nombre (un buen recurso para recordar los cumpleaños de toda la familia materna, por ejemplo). Lxs amigxs de Ffion, están reunidxs en el living y unx de ellxs está reproduciendo en la pantalla recuerdos de ciertos momentos, como cuando ahora mostramos fotos de redes o hacemos capturas de pantallas para compartir después (solo que sin posibilidad de recortes).
Durante la cena, conocen a una invitada que cuenta que meses atrás fue asaltada y se robaron su memoria granular. Cuenta que, seguramente, fue un robo por encargo de algún pervertido que quería acceso a sus video y que, como ella no tenía codificados los registros, seguro lo obtuvo. A partir de allí, decidió vivir sin grano y dice sentirse mucho mejor. Por supuesto el resto de lxs comensales la miran como si fuera la criatura más rara de la tierra, casi como miramos a quien está ausente de la red hoy en día (si eso fuera posible, claro). Pero su historia deja entre ver otras problemáticas que la serie no explota ¿dónde están almacenados los recuerdos? ¿quién tiene acceso? ¿qué significa codificarlos? ¿qué impacto físico produce este almacenamiento desmedido?
Más adelante, uno de lxs invitadxs, Jonas, cuenta que a menudo recuerda sus mejores performance sexuales mientras está con otra persona (infidelidad 3.0?) y pone de manifiesto que la autoexigencia, la competencia y la espectacularización del Yo llegaron para quedarse. En el mismo marco, se da lo que para mi es la escena más deplorable: Liam y Ffion teniendo un gran encuentro sexual, que luego nos damos cuenta que es la reproducción de alguna performance pasada y que la realidad son dos cuerpos moviéndose mecánicamente sin ningún sentimiento de nada.
Pero el verdadero nudo del capítulo es la sospecha de Liam de que su mujer tuvo ¿o tiene? un asunto con Jonas. Esto no le da paz y comienza una y otra vez a reproducir los recuerdos de la cena en cuestión, enrocándose cada vez más y descubriendo cosas que quizás desearía no haber sabido. Liam, borracho y celoso, comienza a obligar a Ffion a ver los videos y a sacar conclusiones, rebobinando las escenas de la pelea que está sucediendo en ese mismo momento, lo que me hace pensar en esas interacciones del cotidiano que tanto le gustaba estudiar a Goffman y cómo se verían alteradas si pudiéramos estar volviendo una y otra vez sobre nuestras propias palabras y las de lxs otrxs. Para quienes somos un poco insegurxs sería la muerte de la socialidad, seguro.
Finalmente, Liam va a la casa de Jonas y lo obliga a borrar cada recuerdo de Ffion, descubriendo que el último encuentro entre ambxs había tenido lugar 18 meses atrás (y lamentablemente, los tiempos coinciden con la edad de su hija, Jodie). La desconfianza ahora se asienta sobre la posibilidad de no ser el padre de la bebé, por lo cual obliga a Ffion a reproducir en la pantalla la escena de sexo con Jonas en la que se ve que no usaron preservativo.
La escena final es esperable, si, pero confirma otra vez que si hay algo que no sobresale en Black Mirror son los últimos minutos. Termina por supuesto con Liam quitándose el implante a si mismo y apagando todos sus recuerdos.
En ese "apagar los recuerdos" de Liam es que aparece la espectacular película de Michel Gondry, escrita por Charlie Kaufman, Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos. En esta película, del 2004, Joel y Clementine se conocen en la estación de trenes de Long Island y sienten una inmediata conexión, aún a pesar de sus personalidades opuestas. Lo que ningunx de lxs dos sabe, es que en realidad se conocen de antes: son una ex pareja que luego de dos años se separó. En ese momento, Clementine va a la clínica Lacuna Inc para borrar todos los recuerdos con Joel (un poco más lejos que quemar las cartas). Ante esto, Joel queda destrozado y opta por el mismo proceso. La película transcurre la mayor parte dentro de la mente de Joel, que mientras está haciendo el proceso de borrado, siente nostalgia por eliminarlo todo y trata de conservar los recuerdos de Clementine traspasándolos hacia los recuerdos que no tienen relación con ella (trabajo para Paula y Bobby). Finalmente, lxs técnicos logran borrar todo pero en la última escena que vive con Clementine, esta le pide que vaya al día siguiente a Montauk.
Esta película si tiene un final interesante, cuando parece que se están conociendo nuevamente y que todo podría florecer ?) entre ellxs, Clementine recibe por correo las cintas donde habla de sus malos recuerdos de Joel y donde expresa su voluntad de borrarlo de su mente. La cinta, fue enviada por lxs técnicos de la empresa que se dan cuenta el mal que estaban causando. Así, Clementine le hace escuchar las cintas a Joel y este le pide que aún así intenten estar juntxs. Clementine al inicio se resiste pero luego cede y terminan empezando otra vez.
En ambos casos se pone de manifiesto que podemos, o vamos a poder, manipular los recuerdos que tenemos almacenados como hoy organizamos archivos en la computadora; remover aquello que ya no nos interesa o nos duele y reproducir cientos de veces momentos que de a poco se nos empiezan a olvidar ¿quién no querría recordar solo los momentos felices que vivió con alguien y olvidar lo que sintió el día que esa persona se fue? suena prometedor ¿no?
Tanto la serie como la película ponen de manifiesto el esfuerzo de la ciencia por dotar a la memoria humana de las mismas capacidades que tiene una máquina, olvidando una diferencia fundamental entre ellas. Simondon, en el MEOT, advierte que la memoria de las máquinas es el soporte (grandes volúmenes de datos) sin importar forma ni sentido. Es la memoria del desorden, que triunfa en lo múltiple pero carece de la capacidad de dar significados. En cambio, la memoria humana triunfa allí donde la máquina falla: recordamos cosas que para nosotrxs significan algo. Es la memoria de las formas y los sentidos, de la experiencia. Por eso, más que intentar dotar a la mente humana de capacidades maquínicas, sería interesante poder aunar esfuerzos complementando las capacidades de ambas, sin llegar a los límites asustadores de ambos ejemplos cinematográficos.
Por más lindo que suene a priori poder ordenar nuestras vivencias y decidir que queremos conservar y que no, sería entrar en un terreno pantanoso, por ahora limitémonos a vivir y que Paula y Bobby hagan su trabajo, eso si, que me dejen Miranda.
Excelente Blog. Te invito a que veas "Altered Carbon" que a pesar de su género y estética ciber punk, tiene un argumento interesante, similar a este Blog, donde su protagonista Takeshi Kovacs (Anthony Mackie/ Joel Kinnaman/ Will Yun Lee) re-vive a traves de los años en distintas "fundas" (cuerpo) gracias a que su "pila" (mente) se conserva sana.
ResponderEliminarGenial, gracias por la data!!!
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