Years and years (un futuro ¿cercano?)

 ALERTA SPOILER!! 


Hace unas semanas un amigo me recomendó una miniserie, sus palabras fueron: inglesa, de la BBC y sobre tecnología. Con eso solo ya me había convencido, pero encima la tenía descargada en mi pen drive (ni idea porque estaba bajo su tutela) y con subtítulos sincronizados en portugués. Maravilloso.

La serie en cuestión es "Years and years" coproducida por la BBC y HBO y dirigida por Russell Davies. Tiene solo seis capítulos y relata la inestabilidad política, social y económica de Inglaterra, unida al drama personal de la familia Lyons, que comienza en la cena de cierre del 2019 y que continuará por los próximos 15 años.

No es la clásica serie distópica o de ciencia ficción que acostumbro a comentar aquí y creo que lo más interesante es eso. El futuro tecnológico que la serie visibiliza casi que no podría catalogarse como tal, sería más bien un presente exagerado. Los avances técnicos y la imbricación tecnológica en el cotidiano no distan mucho del año 2021 que estamos viviendo, y aquello que todavía no está presente hoy seguro lo estará en los años que la serie muestra.

Los primeros capítulos abordan de manera superficial el asunto de las fake news cada día más presentes y, como el exceso de información disponible en todo momento y lugar podría volverse un aspecto negativo en nuestras sociedades. A su vez, plantea la nada novedosa problemática de la conexión/desconexión cuando Beth, la adolescente de la serie, no habla con sus xadres por estar usando el teléfono y si lo hace es a través de un filtro muy similar a los de snapchat

Sin embargo, algo más ocurre con Beth. Su madre ve el buscador de su computadora y encuentra en el historial la palabra "trans". Lo comenta con su marido y justo en ese momento Beth les pide dialogar lxs tres. Sus xadres. dispuestxs a aceptar cualquier transición que Beth elija, o al menos eso pensaban se predisponen a hablar. Cuando ambxs xadres encaran el tema, que claramente habían vinculado a un cambio de género o sexo, Beth rápidamente los pone en órbita y les explica que lo que quiere es cambiar su estado humano, es decir, ser TRANSHUMANA. 

Aquí es donde yo abro bien los ojos y me pienso sentada en un sillón con Donna Haraway y Bruno Latour, comiendo pochoclos y mirando la serie (quién pudiera no?) y pienso que esos debates son los que se necesitan y que lejos estamos muchas veces les cientistas sociales de acercarnos a ellos. 

De más está decir que todo el progresismo de lxs xadres se desvanece y le prohíben rotundamente a su hija hacer cualquier cosa con su cuerpo, pese a que los argumentos eran bien convincentes (vivir para siempre, ser una memoria infinita). 

Beth junto a una amiga se escapan para hacer la transhumanización, pero las cosas salen mal y la amiga casi pierde un ojo en el intento. No conforme con su humanidad, Beth decide implantarse el teléfono al cuerpo y sus manos se transforman en una red de cables subcutáneos magníficos. Y así se repiten varias escenas que muestran un mundo tecnologizado y cada vez más complejo.

A lo largo de la serie diversos debates que vinculan a la tecnología con la economía, la política, el medioambiente y la sociedad tienen lugar, pero los dos últimos capítulos dan para escribir una tesis entera (no la mía claramente, elegí algo bastante más aburrido). 

En el anteúltimo capítulo Muriel, la abuela de la serie, encabeza un discurso en el marco de un almuerzo familiar, bastante triste de hecho ya que había fallecido uno de sus nietxs. Comienza diciendo a sus otrxs nietxs que ellxs, y luego se corrige a todxs, tienen la culpa de que el mundo esté como esté. Al principio sus nietxs la miran incrédulxs, pero el discurso es tan convincente que hasta me dio bronca a mi. 

Muriel afirma que todxs somos parte del desastre mundial porque lo vimos gestarse y no hicimos nada. Ella dice muy sabiamente (con mis palabras): cuando las cajeras del supermercado fueron reemplazadas por máquinas y perdieron su trabajo nadie dijo nada, estaban felices porque era más ágil, más confortable, porque era una persona menos con la cual comunicarse. Aplaudieron las cajas automáticas. Ahora todx el mundo dice detestarlas, sin embargo se adaptan, nadie lucha ni protesta, nadie hace nada. 

Aquí es dónde me pregunto ¿a cuántas cosas nos adaptamos sin discutir? ¿cuánto aceptamos como viene sin darle ni una vuelta? ¿a costa de qué y de quiénes?

Pero la frutilla del postre llegará en el último capítulo, donde Edith, que está enferma luego de haberse expuesto a la radiación de un ataque nuclear, a punto de morir decide hacer la transición a transhumana, que su sobrina Beth quería hacer. Mientras todxs estamos expectantes acerca de qué pasará con Edith y cuándo morirá, ella dice a lxs técnicxs del proceso "no soy un código, no soy información. Todos esos recuerdos son mucho más que un dato, son mucho más que eso, son mí familia, mí mujer, mí mamá, y mí hermano que murió años atrás. Son amor. Es eso  en lo que me estoy convirtiendo, amor" 

Ella, sometida al proceso, está siendo desgrabada podríamos decir y todos sus recuerdos y vivencias se almacenarán en moléculas de agua, con la idea (todavía nadie había podido comprobarlo) de seguir presente como un artefacto más de la casa, como el señor Signor que funciona como una IA similar a Alexa. 

Estas escenas no solo ponen en discusión otra vez el tema de la muerte terrenal que ya hemos abordado aquí, y los intentos de la ciencia ficción (va, de la tecnología) por extender nuestra existencia sino que también pone en cuestión el rol del cuerpo. La familia, en la última escena está reunida esperando que Edith muera físicamente para que pueda vivir dentro de la nube de datos, por lo cual debemos pensar ¿de qué muerte hablamos? ¿qué rol ocupa el cuerpo? ¿sigue siendo necesario habitar espacios terrenales a través de un cuerpo? ¿qué diría Haraway de esa nueva cyborg Edith?

El final queda abierto, muchxs estarán esperando la segunda entrega, yo prefiero que me deje la puerta abierta para seguir pensando e imaginando, y capaz quién dice, si hay una segunda temporada la pueda ver comiendo pochoclos con Donna. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Ad Vitam: el fin de la muerte

Love, death & robots (y algunxs kentukis)

Black Mirror: el grano de los recuerdos y la complementariedad humanx/máquina