Por un mundo con más Adas

El jueves 11 de febrero se conmemora el Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, decretado en 2015 a través de una resolución de la UNESCO con el fin de visibilizar el rol crítico que juegan las mujeres y niñas en la ciencia y la tecnología. Sin embargo, aún hoy la brecha científica y tecnológica es preocupante.

En un intento por remediar esta situación esta entrada recuerda a Ada Lovelace, primera programadora de la historia, cuyos trabajos nacieron mucho antes de que Bill Gates nos hiciera usar Windows a todxs. Por su condición de mujer se la calló, ignoró e invisibilizó, situación que solo cambió pasados más de cien años desde su muerte, a continuación un poco de Ada.

El 10 de diciembre de 1815, mucho antes de que Turing inventara las computadoras, nace en Londres Augusta Ada King, hija de Lord Byron y condesa de Lovelace.

Registrada como Ada Byron, fue matemática, informática y programadora (además de mamá). Se la recuerda sobre todo por sus trabajos con la máquina calculadora de Charles Babbage, conocida como la primera máquina analítica. Gracias a su posición económica y social (reconociendo privilegios), Ada pudo rodearse de importantes científicos en su formación y esto, sumado a su curiosidad y habilidad matemática, la llevaron a explorar la capacidad de los ordenadores para ir más allá del cálculo de números. 

Charles Babbage, científico inglés, se interesó por los estudios de Ada y comenzaron a compartir las notas sobre las máquinas de Babbage. Entre 1842 y 1843, Ada, tradujo un artículo del itaiano Luigi Menabrea sobre la máquina, que fue complementando con sus propias notas. Es justamente en esas notas que ella escribió lo que se conoce como el primer algoritmo, por lo cual, ella sería la primera programadora de la historia (sí, una mujer). 

Esas notas, que estaban ordenadas alfabéticamente, contienen en la letra G los cálculos que indican cómo las máquinas perforarían las tarjetas tejiendo una secuencia de números. Sí bien esta máquina jamás llegó a construirse y los cálculos de Ada nunca fueron probados, se reconoce en esos escritos el uso por primera vez de un lenguaje de programación. 

Sus notas fueron publicadas con sus iniciales AAL, en un intento por esconder su identidad, sin embargo la comunidad científica rápidamente supo a quién pertenecían y por su condición de mujer el resto de científicos ignoraron su trabajo. Fue recordada como la transcriptora de las notas y los inventos de Charles Babbage, quedando bajo sus sombras, y si bien ella descubrió que las máquinas no podían generar conocimiento sino que trabajaban en base a los datos previamente conocidos, aspecto que años más tarde resultaría clave en la informática, sus aportes fueron olvidados por mucho tiempo. 

Mucho tiempo después, en 1953, las notas de Ada fueron publicadas con su nombre completo original, reconociendo a esas máquinas como ordenadores tempranos y por ende a Ada como la primera en escribir la descripción de un software, lástima que haya sido cien años después de su muerte. 

Por más Adas...

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