No estás solx (Omnisciente y SCS chino)

Pedro Aguilera, creador de la serie futurista y distópica 3%, estrenó en enero del 2020 su nueva serie: Omnisciente. La serie trata sobre un programa informático que coloca drones miniatura conectados a cada ciudadanx que filman el accionar constante de lxs mismxs.

Por ello, los crímenes descienden notoriamente, y cuándo se cometen se identifica al autor/a en la inmediatez ¿parece fantástico no?. La serie se encarga de dejar en claro que nadie tiene acceso a los videos de otrxs, que se almacenan con gran seguridad en la computadora central de la empresa. Sin embargo, pone nuevamente en el centro de debate la pérdida de la privacidad y las libertades individuales al mismo tiempo que permite cuestionar la poca confianza que se tiene en las instituciones que habitualmente protegían a la población.

Lxs ciudadanxs, dispuestxs a ceder su privacidad por una mayor seguridad, acceden a incluso no poder mirar jamás los registros de su propio drone. Todo marcha pacíficamente hasta que una de las becarias del sistema llega a su casa y encuentra el cadáver de su padre que fue asesinado, pero cuyo drone no registró nada. A partir de allí empieza una intrigante búsqueda de la verdad.

Más allá del desenlace, vuelve a poner en tela de juicio como las sociedades resignan su privacidad para obtener seguridad y cómo los estados, pero más aún las empresas privadas sacan provecho de eso.


En China (cuando no sorprendiendo) el sistema de control social, que en el 2018 comenzó con pruebas en el 6% de su población nacional, propone realizar un sistema de puntuación para cada individuo que determina posteriormente aspectos claves de su vida privada (escuela para enviar a sus hijxs, posibilidades de sacar un crédito, elección de barrio para vivir, entre otras). 


Este sistema es posible por la altísima penetración de internet móvil que hay entre la población; a través del uso de diversas plataformas, se crea un registro de datos que rankea a lxs usuarixs utilizando un sistema de premio/castigo.


Sí cruzó un semáforo en rojo, arrojó basura a la calle o publicó noticias falsas en internet, seguramente su puntaje bajará y no podrá acceder a ese crédito que necesita. Sí en cambio usted donó sangre o hizo trabajo social esas acciones subirán su puntaje y usted podrá lograr una mejor tasa de interés en el banco (tienes lo que mereces ¿no?).


De este modo el estado ya no necesita activar un sistema de vigilancia tradicional, sólo necesita que los algoritmos crucen los datos y analicen detalladamente a las poblaciones. Obtener estos datos no es nada difícil en una sociedad que deposita toda su confianza en el internet y en la cual reside más de la cuarta parte de lxs netizens del mundo.


Pero el control de internet de China no acaba allí, los rumores sobre la participación de Xi Jinping desaparecieron de las redes, al igual que muchos otros sucesos vinculados a la política nacional. 

De este modo, China llevó la vigilancia en internet a otro nivel, y constantemente pueden observarse letreros o leyendas como “su conducta se informará al sistema de créditos individuales”, en fin, ya no se necesitan cámaras para ver que hacen lxs chinxs, ellxs mismxs se encargan de subirlo a WeChat (cualquier similitud con Nosedive en Black Mirror NO ES PURA COINCIDENCIA)


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