Vuelvo enseguida

 El cine hace rato viene intentando seducirnos con la idea de "vida después de la muerte". En algunos casos haciendo referencia a la reencarnación, en otros, depositando una fe ciega sobre el desarrollo tecnológico con alocadas ideas sobre revivir personas. La película "Réplicas"de Jeffrey Nachmanoff, protagonizada por Keanu Reeves y estrenada en Rusia en el 2018 abarca un poco de esto. Un científico, desolado tras la muerte de su familia en un trágico accidente intenta crear réplicas de su esposa e hijxs y clonar los recuerdos de lxs difuntxs. 

La serie inglesa Black Mirror había ya incursionado en la vida post mortem cuando en su primer capítulo de la temporada dos "Be right back", estrenado en 2013, relata la vida de Martha que al perder a su joven esposo Ash (también en un accidente, que fetiche automovilístico) y descubrir que está embarazada accede a seguir compartiendo con su pareja mediante un software, que basado en las interacciones del joven en sus redes, es capaz de crear nuevas reacciones y conversaciones. 


Como estos ejemplos podríamos seguramente encontrar algunos más, parece ser que el enigma de la muerte y la vida después de morir siguen dando de qué hablar, sin embargo, Microsoft ha decidido dejar de consumir ciencia ficción y crearla. 

La empresa, que ya no se conforma solo con que usemos Windows en casi todos los países del mundo, ahora invierte sus esfuerzos en el desarrollo de un chatbot, capaz de escarbar los más recónditos sitios de la web para recuperar información de difuntxs y así poder crear esta especie de avatar con el que sus familias podrán conversar libremente. 

Se usa un sistema de deepfakes para volver al avatar lo más real posible y se utiliza información personal para poder crear las conversaciones. Además, se utilizan dos o tres dimensiones para recrear la persona e incluso se podrían copiar gestos faciales característicos. 

Recordemos que la última experiencia de Microsoft en el área había sido Tay, un adolescente recreado por medio de inteligencia artificial lanzado vía Twitter en 2016, pero al cual la empresa decidió dormir ya que la falta de filtros produjeron comentarios racistas y xenófobos (bastante fiel a lxs humanxs no?)

Lo cierto es que mientras la ficción avanza, la ciencia en los grandes centros tecnológicos también lo hace, sumergiéndonos a debates antes in imaginados y creándonos dilemas que nos llevan siempre a lugares comunes, la problemática de la vida y la muerte parece ser el más popular entre estos. 

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