Sonríe, te persiguen las cámaras

 Un recorrido de rutina por la web del diario de mi ciudad me lleva a un titular escalofriante: Instalan el detector de rostros en el centro de Carlos Paz. Leyendo, confirmo mis sospechas: un camión de la policía, equipado con 8 cámaras giratorias, provistas de un software israelí (eso ya dice mucho) capaces de comparar en dos mili segundos 100 mil imágenes de rostros con una base de datos de 1000 personas. 

Pero paren, si hay que encontrarle la ventaja (es para ustedes eh, yo no veo ninguna) podemos esclarecer que no solo se busca delincuentes y prófugos, también personas desaparecidas (debemos analizar con qué frecuencia sucederá cada una) y en última instancia, todavía se puede caminar lejos del camioncito no?

Quienes están sumidos en el discurso del miedo y la inseguridad proclaman su frase estrella "si no tenés nada que ocultar por qué te molesta tanto?", a lo cual vuelvo una vez más a recitar un sin fin de problemas vinculados al uso de la imagen personal, al almacenamiento de nuestra información biométrica para quién sabe que usos, al derecho de privacidad vulnerado (va, violado) una vez más y por último a la finalidad de esos servicios de seguridad ¿por dónde paseará el camión? tendrá un recorrido establecido suponemos, se concentrará en grandes acumulaciones de gente sospechamos. Y si el camión decide pasear por alguna marcha que al gobierno local no le siente muy bien? si le pinta turistear te aseguro que no va a ser en La Cuesta ni en Villa del Lago, seguramente sea en Ciudad Perdida, en El Zanjón, en Colinas. Pensaron ya en sus rostros siendo almacenados en quien sabe que base para uso quien sabe de quien? Ni hablemos de la demanda energética de estas bases de datos, eso se lo dejemos a especialistas del medio ambiente. 

Podría seguir con las preguntas pesimistas mil horas, lo cierto es que noticias así nos obligan a seguir pensando en el uso de las tecnologías hoy, tecnologías para qué, para quién? tecnologías que brindan soluciones a problemas de inseguridad o que los instalan? Seguir pensando en estos sistemas técnicos desvinculados del contexto social en el que se instalan, desvinculados de las decisiones (del conocimiento incluso) de las personas afectadas es ignorar la interconfiguración existente entre sociedades y tecnologías, y así, instalar un discurso tecnócrata libre de culpas. 

En fin, cuando camines por la peatonal más turística de la temporada ¡cuidado, podés una vez más estar siendo filmado!

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