Despojadxs de todo

El teletrabajo no es algo nuevo, ni surgió bajo las alas de la pandemia. sin embargo, es uno más de los fenómenos que adquirió gran visibilidad con la nueva coyuntura mundial.
Mucha tinta se ha empleado ya en hablar de las bondades del teletrabajo, así también de sus fuertes desventajas. Pero hay un elemento que me parece clave para el análisis de esta nueva modalidad laboral que no está lejos de generalizarce en nuestras sociedades.
En la primera fase del capitalismo industrial, aquel que le quitaba el sueño a Marx, lxs obrerxs eran despojados de su fuerza laboral, convirtiéndose ellxs mismxs en máquinas produtoras o en eslabones de cadenas fabriles. Con el paso del tiempo y la modernización de las sociedades, esta fuerza física de trabajo fue reemplazada en gran medida por una fuerza cognitiva, involucrando al obrerx mucho más allá de lo corporal y poniendo todas las dimensiones que lo constituyen como sujeto a trabajar, es decir, poner la vida como herramienta de trabajo.
En el escenario actual, en el cual las empresas y fábricas van notando las ventajas que a sus bolsillos genera el trabajo remoto, es necesario resaltar que hoy en día el/la trabajadxr no solo tiene que poner de su parte la fuerza de trabajo, del tipo que sea, si no también los medios de producción.
El/la trabajadxr que se queda en su casa, no solo enfrenta la dificultad de organizarce en tiempos y espacios  nuevos, al mismo tiempo se enfrenta a problemas técnicos (falta de internet, falta de equipamiento, rotura de artefactos, compra de insumos) y a gastos que previamente cubrian las empresas, como por ejemplo la conexión a internet.
Se podrían plantear nuevas relaciones laborales que incluyan como viáticos o parte del salario estos recursos? Si, claro. Se está haciendo en la actualidad? lo dudo...
El nuevo desafío no es
ver si desde casa se puede trabajar, el desafío ahora es desarrollar formas de contratación y formatos de trabajo que permitan una existencia plena de lxs trabajadorxs, y eso debería incluir formas más justas, equitativas y democráticas de remuneración.

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