Sonríe, te estamos filmando y no lo sabes
El año pasado, en el marco de una jornada sobre seguridad digital, con una colega trabajamos el tema de las cámaras de vigilancia en espacios públicos juntos a estudiantes de quinto año. Cuando interrogamos como ellos/as se sentían con la presencia de las cámaras, un joven levantó la mano y dijo: En mi barrio no hay ni postes de luz, mirá si va a haber cámaras!
Lo que el no sabía era que su barrio, como tantos otros, estaban registrados en la policía de la provincia como "peligrosos" por lo cual las medidas "preventivas" de vigilancia eran más profundas que en otros sectores. Y de lo que el tampoco tenía idea es que la ciudad de Córdoba tiene 1584 cámaras instaladas actualmente en espacios públicos de esa ciudad; de las cuales una está en la puerta de la escuela que el frecuenta a diario, sin tener conocimiento.
Las cámaras de vídeo vigilancia policiales son controladas y monitoreadas por la central de policía de la provincia, y nadie fuera de esa central tiene acceso al mapa de su posición. Por supuesto, el acceso a los vídeos y datos de los/as ciudadanos/as que están registrados en las cámaras es también un enigma para muchos/as de nosotros/as.
Cuando ese estudiante, y sus compañeros/as de curso, se enteraron de la cantidad de cámaras existentes, y de las posiciones de algunas de ellas (mapeadas por izquierda) quedaron absortos.
Si, los/as ciudadanos/as de Córdoba deberíamos estar sonriendo las 24hs del día, ya que en todo momento y en cualquier lugar podríamos estar siendo filmados.
Lo grave no es solo el número, es la poca transparencia en el objetivo y el manejo de los datos producidos, la aplicación de un Código de Faltas policial perverso y racista y la falta de conciencia (originada en parte por desconocimiento) de los/as habitantes acerca de la ciudad panóptica en la que vivimos. y más grave aún es que el futuro intendente, Llaryola, ganó las elecciones con la propuesta estrella de duplicar la cifra de cámaras instaladas.
Así que ahora, salí a la calle y sonreí, no querrás hacerle mala cara a la policía ¿no?
Imágenes: Bansky
Lo que el no sabía era que su barrio, como tantos otros, estaban registrados en la policía de la provincia como "peligrosos" por lo cual las medidas "preventivas" de vigilancia eran más profundas que en otros sectores. Y de lo que el tampoco tenía idea es que la ciudad de Córdoba tiene 1584 cámaras instaladas actualmente en espacios públicos de esa ciudad; de las cuales una está en la puerta de la escuela que el frecuenta a diario, sin tener conocimiento.
Las cámaras de vídeo vigilancia policiales son controladas y monitoreadas por la central de policía de la provincia, y nadie fuera de esa central tiene acceso al mapa de su posición. Por supuesto, el acceso a los vídeos y datos de los/as ciudadanos/as que están registrados en las cámaras es también un enigma para muchos/as de nosotros/as.
Cuando ese estudiante, y sus compañeros/as de curso, se enteraron de la cantidad de cámaras existentes, y de las posiciones de algunas de ellas (mapeadas por izquierda) quedaron absortos.
Si, los/as ciudadanos/as de Córdoba deberíamos estar sonriendo las 24hs del día, ya que en todo momento y en cualquier lugar podríamos estar siendo filmados.
Lo grave no es solo el número, es la poca transparencia en el objetivo y el manejo de los datos producidos, la aplicación de un Código de Faltas policial perverso y racista y la falta de conciencia (originada en parte por desconocimiento) de los/as habitantes acerca de la ciudad panóptica en la que vivimos. y más grave aún es que el futuro intendente, Llaryola, ganó las elecciones con la propuesta estrella de duplicar la cifra de cámaras instaladas.
Así que ahora, salí a la calle y sonreí, no querrás hacerle mala cara a la policía ¿no?
Imágenes: Bansky
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