De las Escolas Nave a las Escuelas PROA


Hace poco más de cinco años el gobernador de Córdoba José Manuel De la Sota viajó a Río de Janeiro, no precisamente para tomarse una foto con el corcovado o para relajarse en las playas de la ciudad carioca, sino para conocer por dentro las Escolas Nave, proyecto implementado por la secretaría de educación de ese estado y del estado de Pernambuco.
Dichas escuelas, se asientan en zonas de vulnerabilidad socioeconómica y pretender forjar un vínculo fuerte entre los/as jóvenes y las tecnologías digitales. Creadas en el 2006, estas escuelas fueron elegidas para el Microsoft School World Tour (la crítica a esta mercantilización la dejamos para otro momento) por la fuerte presencia de las tecnologías ya sea en las clases y talleres como en la vinculación escuela-empresa (otro tema para debatir).
Con la idea inicial sembrada, el gobernador volvió a tierras cordobesas y creó en 2014 el programa avanzado de educación secundaria con énfasis en TIC (PROA) que es un conjunto de 40 escuelas distribuidas en toda la provincia, de enseñanza secundaria, cuya formación es Bachiller en desarrollo de software y biotecnología. 
De este modo, se creó en Córdoba una oferta educativa gratuita, destinada a sectores vulnerables (por su localización geográfica) que vincula fuertemente las tecnologías digitales con la población estudiantil, pero que además de eso, se constituye como una innovación pedagógica planteando un nuevo formato de planificación y evaluación, existencia de clubes y tutorías, jornada ampliada de clases, selección docente particular por proyectos y disciplinas vinculadas a los “digital” desde el primer día de clases.
Tanto en las Escolas Nave como es las Escuelas PROA, vemos la importancia como países latinoamericanos de burlar la división social del trabajo existente y construir nuevos escenarios para tornarnos no solo consumidores de tecnologías, sino también desarrolladores.

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