Del Conectar Igualdad al...
Desde 1990 se vienen desarrollando diferentes políticas y
programas públicos en los cuales las tecnologías digitales juegan un papel
central.
En primer lugar, como una forma de aproximación de la
escuela a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se
instalaron laboratorios de informática o salas de computación.
Si
bien fue una acción positiva, el conocimiento tecnológico se reducía, la mayor
parte de los casos, al aprendizaje de partes de la computadora y funcionamiento esencial
de los equipos.
Además de ser un conocimiento instrumental, hay que destacar
que las escuelas públicas no contaban en su mayoría con un gabinete de
computación, en comparación a las escuelas privadas. Con esto quiero destacar
que desde los inicios de las tecnologías en la escuela, se observa una brecha
digital entre los distintos segmentos educativos, que responden la mayor parte de las veces a
diferentes clases sociales.
En la primera década del 2000, la inclusión digital comenzó
a ocupar un rol central en las políticas educativas, por lo cual se
desarrollaron en el continente diferentes programas y proyectos.
En Argentina, desde la creación del portal Educ.Ar en el
2003, se comenzó un camino de inclusión digital escolar que fue acompañado por
más de 10 programas diferentes y que tuvo como protagonista estelar el Programa Conectar Igualdad (PCI).
El PCI fue un programa de alcance federal, con fondos
propios, que siguió el modelo de One laptop per child. Durante los años de
funcionamiento (2010-2018) se repartieron más de 6 millones de netbooks, a los
y las estudiantes de las escuelas secundarias públicas, a los y las docentes y
a los y las estudiantes de los Institutos de Formación Docente.
El programa no solo estipulaba la entrega del dispositivo,
sino su asistencia técnica y una serie de recursos y documentos educativos
digitales creados por el mismo gobierno.
Es destacable que, la tecnología digital no solo ingresó a
las aulas sino también a las familias de sectores en situación de
vulnerabilidad social y económica, ya que los y las estudiantes podían llevar
las computadoras a sus casas.
En el año 2018, con la nueva gestión presidencial a cargo de
Mauricio Macri de la Alianza Cambiemos, lo que había sido una política de
justicia y equidad social, terminó transformándose en una política de mercado,
a través del programa Aprender Conectados.
A la fecha, nada se sabe del funcionamiento del mismo. Los equipos
técnicos que desembarcaron en las aulas como carros digitales, proyectores y
kit de robótica, siguen inmortalizados en sus envoltorios originales. El personal
que fue contratado para brindar apoyo técnico perdió sus contratos en diciembre
del 2018 y no han sido renovados.
Lamentablemente, vivimos una época de políticas públicas
vacías. Con sus nombres despampanantes y las fotos seductoras de robots en las
aulas pretenden que nos olvidemos que el trabajo y el progreso que el PCI
significó para el país, hoy se cambio por un programa del que tan solo se
conoce un nombre y un par de imágenes.
Una vez más, política de ricos… para ricos.
Después de leer tu blog, lo único que confirmo es que nuestros países comparten muchas falencias; una razón más para seguir trabajando.
ResponderEliminarSi, lo cual creo que es bueno, no solo porque podemos hacer catarsis grupal sino porque conocer los procesos políticos y las problemáticas de los países de la región --y del mundo-- nos sirve para comprender un poco más nuestra realidad y poder actuar sobre ello.
EliminarOs programas e projetos voltados para a educação, em nossos países, carregam as marcas dos governos que os implementam, evidenciando o lugar que a educação ocupa em seu plano de governo. Infelizmente, mesmo governos tido como progressistas, como tivemos no Brasil, não deram conta de colocar a educação como prioridade de governo e, como consequência, os projetos voltados para as escolas sofreram uma série de problemáticas que levaram a sua completa fragilização e/ou extinção.
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